Uruguay no pasó del empate en su debut mundialista en Qatar, al igualar con marcador a Corea del Sur. Los dirigidos por Diego Alonso contaron con las mejores situaciones de gol que incluyeron dos disparos en los palos, pero tuvo un juego cansino, anunciado y sin sorpresas.
El partido comenzó con un seleccionado asiático teniendo el control del juego y la posesión de la pelota, ante un Uruguay cauteloso que pareció le costó entrar en el partido.
Lo cierto es que en diez minutos la pelota era de los rojos, que iban mucho por derecha con el lateral Moon-Hwan Kim y el delantero Kim Sang-Ho Na, que buscaron generar desequilibrio por la banda de Olivera.
La primera vez que los celestes pisaron el área rival fue a los 12’, cuando Vecino peleó una pelota que luego se llevó Olivera. El lateral del Napoli quiso devolverla, pero el volante de Lazio no logró cabecear con potencia.
Como los circuitos no se generaban, sobre los 20’ la pelota larga comenzó a ser una opción para los dirigidos por Alonso. Así apareció un pase largo de Giménez que bajó Valverde, pateó sin pensar y salió apenas alta.
Otro pase de larga distancia lo aprovechó Facundo Pellistri, que le ganó la espalda al lateral por derecha y la puso al medio de cabeza, pero Núñez no llegó a conectar.
En ese momento del partido, Uruguay equilibró el juego, pasó a tomar el control del mismo y llegó con mayor peligro que a lo que hasta ese momento había logrado Corea.
La apertura pudo llegar en una gran contra tras una conducción de Olivera por carril central, pero que careció de precisión a la hora de darle la asistencia a Núñez para la definición por izquierda.
A los 43’ llegó la chance más clara de todas y fue de pelota quieta. Un córner que conectó con testarazo Diego Godín ganando en el área, dio de lleno en el palo.
El complemento inició de la misma forma que lo anterior, con los coreanos manejando el esférico, tratando de asociarse y terminar desbordando por las bandas y obligando algún corte preciso de la defensa para que no pasara a mayores.
Los minutos fueron pasando y Uruguay no encontró los caminos para ofender lo que hacía pensar que en breve el Tornado iba a apostar por cambios para conseguir algo más de juego, una carencia que era clara.
Con el crecimiento de Bentancur y alguna aparición de Valverde, el equipo comenzó a manejar algo más la pelota, tocando, tratando de avanzar, pero sin ideas para los cierres de las acciones, que generalmente terminaron en centros.
Un remate de Jo desviado fue la antesala para el ingreso de Viña y De la Cruz por Olivera y Vecino, tratando de aprovechar el cierre para buscar algo más, que pudo llegar a los 81’ cuando Núñez enganchó, remató cruzado y salió muy cerca.
Un remate de Federico Valverde que reventó el palo a los 89’ hizo ilusionar a todo un país, pero la suerte no estaba del lado celeste, en un duelo que pareció irse sin goles.
Un punto para cada lado en el debut que hace que el margen de error de ahora en más sea menor y que además termina dándole otra importancia al duelo ante Portugal de la segunda fecha.