Fraternidad se quedó con el Apertura al no perder con sus competidores directos

Ciudad Deportes
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Fraternidad volvió a saborear las mieles del triunfo, cómo hace tres meses atrás lo hizo ganando el torneo Departamental de Clubes de Soriano Interior, este domingo se quedó con el Apertura de Liga del Centro, tras empatar uno a uno ante Wanderers. El decano suma dos títulos en el arranque de una temporada que se avizora triunfal para un club que está celebrando su centenario de vida.

El de ayer fue un partido trabado y que por momentos sufrió el campeón, porque sobre todo en el arranque del segundo tiempo Wanderers lo salió a apretar, logró igualar el cotejo, pero le faltó resto para doblegar a un rival acostumbrado a estas batalles y que no es fácil arrinconarlo.

De todas maneras Fraternidad jugó mejor que su rival en la primera parte. Salió decidido a ganar el partido y encontró en la banda derecha de su ataque, a través de Diego Bertocchi (a la postre el mejor jugador del partido), un desborde permanente en los primeros 20 minutos de juego.

En ese lapso de tiempo, desbordó en seis ocasiones y sus centros cayeron en el área bohemia, poniendo en  aprietos a la defensa locataria. Por si fuera poco fue el autor del gol de Fraternidad, cuando transcurrían 14 minutos de juego y el decano recuperó una pelota en el mediocampo, a raíz de la presión de dos hombres decanos sobre el volante Rostán, que motivó una pelota entre línea para el ingreso de Bertochi, que corrió unos metros, ingresó al área y con remate cruzado venció el meta Bambacar.

A esa altura del partido el resultado no extrañaba, porque hasta entonces el albiverde era mejor que un conjunto de Wanderers, que como le pasó ante Santa Catalina, le costó entrar en ritmo del partido.

De hecho su llegada más clara de peligro en ese primer tiempo se dio recién a los 37 minutos, con un remate desde fuera del área de Daniel Burgos, que mereció una buena intervención del arquero Cavia para enviar la pelota al córner cuando llevaba destino de red.

Antes Alejandro Pérez, el volante de creación de Wanderers debió dejar la cancha por golear a un rival sin pelota, algo que el árbitro Gilmar López no advirtió a pesar de estar a pocos metros y fue advertido por el línea Goró, pero el juez solo sancionó la falta con tarjeta amarilla.

El partido en el Peruchena se jugó con una “oreja” puesta en lo que estaba pasando en Egaña entre Tabaré y Santa Catalina, ya que cualquier traspié decano, permitía a Wanderers o Santa Catalina alimentar la esperanza del título o una final.

En el complemento los bohemios entraron a jugarlo con otra actitud, fueron en busca del empate, rasparon más en la mitad de la cancha y se encontraron con un cambio de jugadores en el rival que los favoreció por partida doble. Salió lesionado Mario Homenchenko en Fraternidad, y eso lo sintió la visita, por lo que el técnico Souberville debió retrasar a Bertochi en el terreno y alejarlo del ataque por punta derecha, donde había desequilibrado en la primera parte.

En esa intención más agresiva del local, pudo llegar al empate a los 18 minutos del complemento, en una jugada muy parecida al gol de Fraternidad del primer tiempo en ese mismo arco (el que da a las vías del ferrocarril). Una salida rápida del mediocampo permitió poner en carrera a Gastón Echenique que ganó en velocidad a los defensas, pero falló en la definición.

 Cuando el partido había caído en un pozo, se generaron dos expulsiones tras una serie de forcejeos, yéndose del campo Martín García en Wanderers y Federico Ciganda en Fraternidad. Inmediatamente y tras la ejecución de un tiro libre a favor del local que generó el tumulto de jugadores, llegó el empate. Centro al área, la defensa visitante no logró restar la pelota que quedó en los pies de Mauro Rostán y logró colocarla contra un palo del arco decano, cuando iban 32 minutos de juego.

El local quedaba a un solo gol de forjar una final, porque en el mismo momento que igualaba el cotejo,  en Egaña Tabaré estaba superando a Santa Catalina.

Pero enfrente estaba Fraternidad y un grupo de jugadores acostumbrados a sostener resultados y dar el zarpazo en el momento menos esperado. Wanderers lo intentó, pero le faltó claridad para conducir esas ganas de doblegar al rival y Fraternidad sacó de sus reservas, la solvencia para transitar los minutos finales del partido. De hecho, en los minutos finales pareció más entero la visita que el local.

El pitazo final de Gilmar López, selló el juego con empate y trasladó de inmediato la expectativa hacia Egaña, porque si Santa Catalina ganaba su partido ante Tabaré, habría una final por el Apertura.

Pero eso finalmente no sucedió. Los “santos” fueron perdiendo todo el cotejo y a falta de cinco  minutos logró igualar, pero no le dio el tiempo para dar vuelta el resultado.

Fraternidad es el campeón del Apertura porque más allá de la solvencia de un plantel que viene con  trajinar desde febrero pasado, en este torneo tuvo la virtud de  no perder puntos ante aquellos equipos que no pelearon el título. Dejó unidades solo contra Santa Catalina, Wanderers y Tabaré, con quienes igualó, mientras que estos clubes y Libertad perdieron otras unidades con rivales que estuvieron lejos en la definición y eso le permitió al decano ser el campeón con 12 unidades, el 66% del total en juego.

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