El sacerdote católico Juan Andrés Verde, conocido popularmente como el “Gordo Verde”, participó el sábado pasado del desfile de caballería gaucha que abrió la edición número 60 de la Revancha del Prado y fue el encargado de bendecir el predio donde se realizaron las pruebas de rienda y jineteadas. Su popularidad alcanzada en los últimos años producto de un estilo de comunicación fresco y sin estereotipos, lo hacen una persona de trato afable de fácil acceso y que siempre responde para un apretón de manos o tomarse una foto. Esa impronta llevó a los organizadores de la Revancha del Prado a convocarlo, cosa que aceptó y dijo fue todo un “honor” que una fiesta tan grande haya pensado en él. Juan Andrés antes de ser sacerdote fue jugador de rugby en Carrasco Polo y en la selección juvenil uruguaya, era estudiante de veterinaria y tenía novia, hasta que durante una experiencia como “misionero” descubrió el llamado de Dios. Durante su estadía en el predio de la Revancha del Prado, Verde destacó el cuidado a los mayores que la comunidad de Cardona y Florencio Sánchez brinda a través del Hogar de Ancianos y llamó a las nuevas generaciones, mantener vivas las tradiciones como se expresan en el festejo de este fin de semana en Cardona. Lo que sigue es un resumen de la charla mantenida con el sacerdote.
¿Qué te dejó lo vivido durante el desfile y esta presencia en el ruedo de la Revancha del Prado?
- Es un honor poder estar en este lugar y visitar la gente de Cardona y Florencio Sánchez. Ya había estado por acá con los jóvenes misioneros, pero venir en esta Revancha del Prado, hacerlo en esta ocasión de fiesta tradicional y criolla es algo que a uno le pone la piel de gallina. Me siento en mi casa cuando me encuentro con una familia criolla como es la de La Lata Vieja y la de Cardona, que es un ejemplo para el Uruguay. El ver un Hogar de Ancianos tan lindo como el que tienen, que debe ser un orgullo, poder ver una gurisada mirando en alto, porque esta fiesta lo que genera es esperanza en los gurises, ojos brillosos de decir qué lindo ésto y a la vez generan vida, como también quita años a los ancianos, fortalece a la familia y da confianza al pueblo entero de que se puede hacer una fiesta enorme. Es un orgullo para Cardona y debe representar un impulso para darse cuenta que se pueden hacer cosas de éstas.
Un espectáculo de este tipo más allá del colorido y afluencia de público que genera, representa también revivir la tradición oriental y trasmitirla a las nuevas generaciones, ¿lo ves así?
- Nuestras raíces son muy camperas, baqueanas y criollas y lo que se ve en una fiesta de estas son las tradiciones a flor de piel. El hecho de que como cura se me haya convocado para hacer una bendición especial en el ruedo, para mí es un honor. Creyentes o no, fue muy grato que la gente haya recibido mis palabras y la bendición que es lo mejor que un cura puede dar, la bendición de Dios. No se trata de desear buena suerte, sino que en nombre de Dios trasmitir el deseo que él pueda darte lo mejor y es el deseo de mi corazón, en eso consistió la bendición.
Al hablar en el ruedo te referiste a esa movilización que hay a nivel nacional, que procura limitar este tipo de actividades, señalando que el caballo sufre y es lastimado durante las jineteadas. ¿Cuál es tu posición al respecto, teniendo en cuenta que provenís de una familia de campo y que además de cura, estudiaste veterinaria?
- Me da pena que no se respete y acepten nuestras tradiciones. Somos un país libre, laico, la Iglesia está separada del Estado, lo cual considero que es muy bueno. Yo opino como un criollo más, me parece negativo que se desconozcan nuestras tradiciones, que venga gente a decir que lo que se ha hecho desde hace muchos años, desde el nacimiento mismo de nuestra patria, se desconozca y se quiera ir en contra de eso. Me parece muy negativo, pero estamos en un país libre y uno puede opinar lo que piensa, está perfecto. Está bien quienes cuidan los animales, yo estudié veterinaria y para mí los animales hay que cuidarlos y respetarlos, son creación de Dios- Pero desconocer las tradiciones y decir que no se cuida a un animal porque se hace un deporte con él, o porque durante 15 segundos se lo jinetea buscando el corcovo, es desconocer la atención que reciben durante todo un año. Amo los animales como hombre de fe y como pichón de veterinario, pero tampoco me gusta cuando hay gente que viene a desconocer nuestras raíces y en nombre de la bondad desconocen nuestras tradiciones.